Este proyecto desarrollado por Escalar Gerencia Inmobiliaria representa el  esfuerzo de muchos años de trabajo de un gran equipo liderado por Héctor Uribe y Juan Rodríguez. Considerado como la tesis de grado de la compañía es un referente que marca un antes y un después en el desarrollo de proyectos de altas especificaciones en Colombia.

Su arquitectura se caracteriza por la relación de los volúmenes en ladrillo que se implantan en un paisaje protagonista rodeado de montañas y senderos peatonales en un lote de 2,3 hectáreas.

En el corazón del proyecto emerge una pieza única; el Club House que se mimetiza en el terreno y es el eje sobre el que se articulan las actividades deportivas y sociales.

Los 76 apartamentos que componen el proyecto están siempre rodeados de verde, iluminación y amplios balcones orientados al sol de tarde Bogotano. En el  2024  Santa María Reserva Urbana fue premiado como mejor proyecto de vivienda en Colombia por FIABCI.

Bogotá no se caracteriza por la reutilización de edificaciones a menos que estén protegidas por valores físicos o inmateriales. 79 forma parte de esos pocos casos donde se busca reciclar un edificio para cambiarle el destino. Proyectado como un edificio de oficinas, el edificio original tuvo que ser reforzado estructuralmente para cumplir las normativas actuales y así poder intervenir las plantas libres existentes para conformar 10 unidades de apartamentos.

Con la apertura de entradas de luz naturales y bajo el espectro de la reutilización de los materiales valorizables, 79 es el ejemplo de que la acción de restaurar puede ser en algunos casos más interesante que arrancar desde cero. El edificio es testigo del paso del tiempo y el proyecto busca resaltar esa condición, con el objetivo de entregarle al habitante esa sensación de que este proyecto siempre estuvo ahí.

Este edificio está ubicado en un sector residencial de Bogotá cerca al parque El Virrey.

Desde que iniciamos el planteamieno nos interesó hacer un edificio atemporal siguiendo la línea de la oficina.  Este proyecto mantiene en su materialidad un lenguaje ya conocido: ladrillo gran formato, vidrio piso-techo y piedra. Su estructura compositiva de basamento, cuerpo y remate se lee claramente, dándole mayor importancia al remate negro en doble altura y asimismo, aprovechamos la condición de esquina que permite disfrutar la iluminación y las visuales al parque.

El diseño de El Congo se basa en la integración armónica con el entorno natural. Las torres se distribuyen de manera estratégica para aprovechar al máximo las vistas y la luz natural, al tiempo que se preservan los árboles y la vegetación circundante.

Cada detalle del proyecto ha sido cuidadosamente planificado para respetar la topografía del terreno y maximizar la interacción entre los residentes integrando su entorno por medio de senderos naturales y áreas boscosas de contemplación que invitan a explorar y disfrutar de la belleza natural que rodea al complejo, complementando el concepto de reserva natural y residencial.